Artículos

Honestidad

La honestidad u honradez, es el valor de decir la verdad, va de la mano con la sinceridad. Cuando se piensa en la reputación de alguien, suele pensarse en primer lugar en su honradez. Si dices: “Es un hombre de honor”, quieres decir que esa persona es alguien que dice la verdad, mantiene su palabra y hace lo que promete que va a hacer, es una persona de fiar, leal, razonable, justa. Cuando decides si vas a asociarte con alguien o no , su honradez será probablemente uno de los primeros criterios que emplearas para juzgarlo.

Es una cualidad humana que consiste en actuar de acuerdo como se piensa y se siente.

La honradez suele ser la mejor posesión de una reputación buena, además de su mayor arma para seguir siéndolo. Cualquier otro rasgo positivo que alguien posea no le sirve de nada sin honradez. Una persona puede ser lista, agradable, trabajadora y resuelta, pero si incurre en engaño, todas esa cualidades se corrompen.

Tarde que temprano las personas a nuestro alrededor nos identificarán como una persona honrada o deshonesta. A diario nuestros actos “hablan” de lo que somos; en la familia, con los amigos, en la escuela, en el trabajo, en nuestra vida de piedad. Si estamos acostumbrados a no ser sinceros, a mentir, con pequeñas mentiras aparentemente inofensivas, en lo pequeño, poco a poco va influyendo esta actitud hasta hacerse algo habitual en nuestro actuar; en lo personal, en los negocios, encontramos que es muy fácil copiar en los exámenes, engañar en los acuerdos comerciales, no decir la verdad en casa, muchas veces hasta se quiere engañar a Dios, y a los demás, haciéndoles creer una falsa piedad para ganar prestigio. Es tan obvio lo que somos que podremos engañar un par de veces y tal vez no nos digan nada, nos toleren, pero nuestro prestigio estará por los suelos.

La fama de no decir la verdad puede ser muy difícil de erradicar. La honradez es algo más que decir la verdad a los demás, también significa ser honrado con uno mismo. Significa hacer lo correcto aun cuando sabemos que nadie nos está mirando. ¿Por qué? Una razón es que el engaño le cobra un tremendo precio al respeto que nos tenemos a nosotros mismos. No puede hacernos sino desgraciados.

La honradez debe cultivarse; cuanto más la ejerzas, en mayor medida formará parte de tu naturaleza.

DEFENDER LA VERDAD

San Josemaría, en su libro Camino, nos dice: No tengas miedo a la verdad, aunque la verdad te acarree la muerte. Y en otro punto: La transigencia es señal cierta de no tener la verdad. –Cuando un hombre transige en cosas de ideal, de honra o de Fe, ese hombre es un….hombre sin ideal, sin honra y sin Fe.

Así es, cuando condescendemos en cuestiones de ideal, de honra y de Fe, estamos claudicando a ellas, ya que si no las defendemos es señal que no tenemos la certeza del bien que poseemos.

En las Sagradas Escrituras encontramos un consejo que podemos hacer vida en defensa de la verdad, que redundará en que nuestro prestigio se vea favorecido: Cuando ustedes digan “si”, que sea si, y cuando digan “no”, que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del maligno. Mateo V,37

Ma. Dolores García de Luquín.

BIBLIOGRAFÍA
Camino. San Josemaría Escrivá de Balaguer. El libro de las Virtudes. William J. Bennett.