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El Niño Jesús de San Josemaría

Refería la Madre Carmen de San José, ya difunta, que era sacristana en el tiempo que don Josemaría era capellán del Monasterio de Agustinas Recoletas de Madrid-Atocha-Santa Isabel, que había en la comunidad, y hay, un Niño Jesús pequeño, que solo se saca a la iglesia en los días de Navidad para la adoración, y que cuando se lo pasaban a él por el torno, se le oía desde dentro tratar al Niño con mucha familiaridad y afecto y dirigirle saludos como si fuera un niño vivo; y que algunas veces el Santo les pidió que le dejasen llevar a su casa este Niño, para hacer oración ante él. Niño que después devolvía a la comunidad.

Las religiosas de Santa Isabel han editado recientemente una estampa del Niño Jesús con el siguiente texto impreso en el dorso:

Niño Jesús de Monseñor Escrivá

“En el Real Monasterio de Agustinas Recoletas de Madrid-Atocha-Santa Isabel, fundado por el Beato Alonso de Orozco en 1589, se encierra una rica historia de arte y de santidad, Entre sus tesoros se guarda una imagen diminuta del Niño Jesús, tallada en madera del siglo XVII, según parece, que se exponía antiguamente, y todavía se expone, a la veneración de los fieles en los días de Navidad.

De este monasterio fue Capellán y Rector mayor, desde 1931 hasta 1946, Monseñor Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, muy viva se conserva aún entre las religiosas contemplativas la memoria de aquel joven sacerdote amantísimo de la Eucaristía y muy dado a la oración. Y cultivan el recuerdo de algún lance singular habido entre el Padre Escrivá y el Divino Niño. Se cree que de él recibió alguna gracia muy extraordinaria. El Padre se llevaba con frecuencia a su habitación la ya célebre imagen, con permiso de la Priora. Y al devolverla se mostraba conmovido y jubiloso. Por entonces ardía en fervores místicos, y escribió el libro CAMINO con el titulo de CONSIDERACIONES ESPIRITUALES, así como su tratadito EL SANTO ROSARIO.

Para contemplar y venerar esta pequeña imagen del NIÑO JESUS de San Josemaría, llegan al monasterio de Agustinas Recoletas personas de los más lejanos países.”

En este tiempo de Adviento meditemos sobre el gran misterio de Dios que se hace Niño, ¿será que desea darnos confianza para que lo tratemos?, nos hace pensar que nos necesita, quiere acercarse a nuestras almas, que le hablemos de nuestras alegrías, penas, sufrimientos físicos y morales, y al tomarlo entre los brazos vamos a sentir el consuelo de ese Niño que siendo Dios se hizo hombre para participarnos su divinidad.

Ma. Dolores García de Luquín.
Bibliografía:
El Fundador del Opus Dei 1
¡Señor que vea!
Andrés Vázquez de Prada. Rialp.