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Una Guerra de Paz

Un grupo de personas organizaron una campaña que titularon, DEJA PASAR A CINCO ésta invitaba a los conductores a mejorar su actitud cuando “estaban al volante”, y proponerse, por lo menos cinco veces al día, darle el paso amablemente a otro automovilista, en vez de manejar a la defensiva, o de reaccionar con agresividad o falta de cortesía.

Quienes aceptaron la invitación y decidieron vivirla, fueron los primeros beneficiados con esta campaña, porque disminuyó considerablemente la tensión con la que vivían día a día.

Por otro lado, con su ejemplo y actitud positiva, contribuyeron con un “granito de arena” a conseguir la tan anhelada paz social, mientras daban además una clase práctica de “educación vial”.

¿Por qué entonces no lanzar entre los cristianos una campaña como ésta, para manejar las situaciones de la vida ordinaria? ¿Por qué no vivir y enseñar a vivir como católicos comprometidos con la paz y la justicia social? ¿Por qué no promover nuestra propia campaña de fraternidad, pero, no haciendo la paz, sino la guerra?

Parecería contradictoria una campaña por la paz, pero haciendo la guerra. San Josemaría Escrivá nos anima a hacerlo cuando dice, “la paz es fruto de haber vencido la guerra” , y en otra ocasión afirma,  “La vida del cristiano es milicia, guerra, una hermosísima guerra de paz, que en nada coincide con las empresas bélicas humanas, porque se inspiran en la división y muchas veces en los odios, y la guerra de los hijos de Dios contra el propio egoísmo, se basa en la unidad y en el amor”.

La campaña tendrá como lema, DEJA PASAR CINCO y consistirá en proponernos ganar por lo menos cincobatallas” al día a favor de la paz, luchando contra todo lo que pueda provocar un conflicto, desunión o discordia.

Se me ocurren algunas formas para vivir esta campaña:
DEJA PASAR el empujón o el golpe que recibiste y no lo devuelvas.
DEJA PASAR las malas caras y sonríe.
DEJA PASAR la crítica y habla bien de las personas, si no puedes hacerlo, calla.
DEJA PASAR tu comodidad y ayuda, siempre hay alguien que lo necesita.
DEJA PASAR la indiferencia y comprométete para aliviar el dolor de quienes sufren.
DEJA PASAR las cosas mal hechas y esfuérzate por hacer todo lo mejor posible.

…estoy segura de que a ti se te ocurrirán otras formas de “ganar estas batallas”, sin embargo, aunque se puede pensar que esas acciones serían suficientes, faltaría algo más en nuestra campaña.

San Juan Pablo II decía:
“Os educaréis vosotros mismos a la paz, despertaréis en vosotros convicciones firmes y una nueva capacidad de iniciativa al servicio de la gran causa de la paz”.
“La práctica de la paz arrastra a la paz… La paz es obra nuestra: exige nuestra acción decidida y solidaria. Pero es inseparablemente y por encima de todo un don de Dios: exige nuestra oración”.
“Los cristianos deben estar en primera fila entre aquellos que oran diariamente por la paz; deben además educar a orar por la paz”.
“Ellos procurarán orar con María, Reina de la paz… A todos; cristianos, creyentes y hombres de buena voluntad os digo: no tengáis miedo de apostar por la paz, de educar para la paz. La aspiración a la paz no quedará nunca decepcionada. El trabajo por la paz, inspirado por la caridad que no pasa, dará sus frutos. La paz será la última palabra de la Historia.”  (*)

Y TÚ, ¿TE PONES EN PRIMERA FILA?
¿ORAS Y DEJAS PASAR CINCO?