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Comenzar y Recomenzar

Estamos por iniciar un nuevo año, a muchas personas nos ilusiona, o nos hacemos la ilusión de que podremos sacar adelante muchos de los propósitos y luchas, que sucumbieron o pospusimos ante las fiestas que aún no concluyen, ojala que dentro de esos propósitos se encuentren los que se refieren a mejorar nuestra vida interior.

Veamos lo que San Josemaría nos dice al respecto:

“¡No me seas comodón! No esperes el año nuevo para tomar resoluciones: todos los días son buenos para las decisiones buenas. ¡Hoy, ahora!

Suelen ser unos pobres derrotistas los que esperan el año nuevo para comenzar…., porque, además, luego... ¡no comienzan!”

“Para un hijo de Dios, cada jornada ha de ser ocasión de renovarse, con la seguridad de que, ayudado por la gracia, llegará al final del camino, que es el Amor.

Por eso si comienzas y recomienzas, vas bien. Si tienes moral de victoria, si luchas, con el auxilio de Dios, ¡vencerás! ¡No hay dificultad que no puedas superar!”

“Padre, me has comentado: yo tengo muchas equivocaciones, muchos errores.

-Ya lo sé, te he respondido. Pero Dios nuestro señor, que también lo sabe y cuenta con eso, solo te pide la humildad de reconocerlo, y la lucha para rectificar, para servirle cada día mejor, con más vida interior, con una oración continua, con la piedad y el empleo de los medios adecuados para santificar tu trabajo.”

“La vida espiritual es –lo repito machaconamente, de intento- un continuo comenzar y recomenzar.

-¿Recomenzar? ¡Si!: cada vez que haces un acto de contrición –y a diario deberíamos hacer muchos-, recomienzas, porque das a Dios un nuevo amor.”

“¡Nunc coepi!” -¡ahora comienzo!: es el grito del alma enamorada que, en cada instante, tanto si ha sido fiel como si le ha faltado generosidad, renueva su deseo de servir -¡de amar!- con lealtad enteriza a nuestro Dios.”

“Recupera el tiempo que has perdido descansando sobre los laureles de la complacencia en ti mismo, al creerte una persona buena, como si fuese suficiente ir tirando, sin robar ni matar.

Aprieta el paso en la piedad y el trabajo: ¡te queda tanto por recorrer aún! ; convive a gusto con todos, también con los que te molestan; y esfuérzate para amar – ¡para servir!- a quienes antes despreciabas.”

“¿Qué cuál es el secreto de la perseverancia? El Amor. –Enamórate, y no le dejarás.”

Es todo un plan de vida que nos lleva a la meta, vivir con Dios para siempre, ¡para siempre! Si nos caemos….nos levantamos; acudimos al sacramento de la confesión. Hacer examen de conciencia a diario, si en un negocio llevamos la contabilidad al día y en lo espiritual el mejor negocio es el alma.

Saber que Dios nos ama más que todas las madres del mundo. Que nos estamos jugando la eternidad, ¡ánimo! comencemos y recomencemos.

Ma. Dolores García de Luquín.

Bibliografía:
FORJA Josemaría Escrivá de Balaguer. Minos.
SURCO Josemaría Escrivá de Balaguer. Minos.
CAMINO Josemaría Escrivá de Balaguer. Minos.